Durante esta semana, y yo diría que de lo que queda de invierno, el fenómeno astronómico que no debemos perdernos es el Tránsito del disco de Mercurio por delante del Sol el lunes día 11.
Se le denomina tránsito de un planeta por el disco del Sol cuando, visto desde la Tierra, el planeta cruza el disco de la estrella destacándose la sombra del mismo por delante del disco solar. Para que ello ocurra el planeta, la Tierra y el Sol deben estar alineados y además deben situarse cerca de la intersección de los planos de las órbitas de la Tierra y del planeta. Los planetas que nos brindan estos fenómenos son Mercurio y Venus. En el caso de Mercurio, el que nos ocupa en esta ocasión, los planetas se alinean cada 116 días por lo que de no ser porque los planos de las órbitas están separados 7º habría un tránsito cada ese periodo de tiempo.
Los tránsitos de Mercurio se suelen dar durante los mes de mayo y noviembre, en unos días en concreto en los que la situación de la Tierra, Mercurio y el Sol es óptima. En mayo, Mercurio se sitúa más cerca de la Tierra quien a su vez también está más lejos que el Sol que en noviembre, por tanto los tránsitos que suceden en mayo resultan más favorable para su observación. Suelen ocurrir cada 3, 7, 9.5, 10 o 13 años sin una fecha en concreto. Por ejemplo, el tránsito anterior que fue visible ocurrió el 9 de mayo de 2016 cuya fotografía aparece en la cabecera del texto y el próximo que podremos observar ocurrirá el 13 de noviembre del año 2032. Se trata pues de un fenómeno extraordinario.
El fenómeno durará casi cinco horas y media iniciándose a las 12h35 TU (una hora más en el horario peninsular español) cuando Mercurio “entre” por el borde solar oeste. Dos minutos después el pequeño disco del planeta ya estará inmerso en el disco del Sol y lo irá recorriendo, casi por toda su parte central, hasta las 18h04 TU aunque para ese instante el Sol ya se habrá ocultado en la Península (no así en Canarias y al igual que en Latinoamérica). Presentamos aquí la trayectoria extraída de la fantástica página, www.eclipsewise.com de Fred Espenak
El planeta aparecerá como un pequeño puntito sobre el disco solar y lo podremos observar con un pequeño telescopio e incluso fotografiar con un teleobjetivo siempre y cuando pongamos las ADECUADAS MEDIDAS DE SEGURIDAD PARA NUESTROS OJOS que están explicadas aquí. Por favor no dejéis de leer esas recomendaciones fundamentales para su observación, la observación directa del Sol puede dejarnos con gravísimas lesiones en los ojos.
Recordemos que se trata pues de un fenómeno extraordinario digno de observarse (siempre con cuidado) y que históricamente tuvieron mucha utilidad para el desarrollo de determinados aspectos de la Mecánica Celeste. Básicamente es el mismo fenómeno que seguimos cuando intentamos buscar exoplanetas alrededor de estrellas. Tenemos varias horas para seguirlo, si tienes la oportunidad de hacerlo, ¡inténtalo.!