martes, 17 de noviembre de 2015

Las Marismas del Sueño (Palus Somnii)

Lacos Somnii: con instrumental modesto: la zona con aspecto de rombo hacia el centro y a la derecha (Fotografía: autor)

Las Marismas del Sueño son una de las formaciones lunares más curiosas que podemos contemplar en nuestra vecina la Luna. Está situada entre el Mar de las Crisis y el Mar de la Tranquilidad, entre medio de dos lugares tan contrapuestos desde el punto de vista toponímico, durante los días próximos podremos disfrutar de esta interesante y curiosa zona.

Localización de la zona de Palus Somnii (Las marismas del sueño) indicada con una flecha

Se trata de una curiosa formación situada en la parte noreste del disco lunar que adopta una forma parecida a la de un rombo y que puede observarse con pequeños instrumentos desde cualquier lugar. Unos simples prismáticos ya hacen destacable esta formación. Para observarla tenemos que esperar  al cuarto día de lunación, siendo visible hasta tres días después de la Luna llena.

La zona de las Marismas de los Sueños en Luna Llena (Foto: autor)
La zona, denominada Palus Somnii, el pantano de los sueños (aunque Palus también suele traducirse como marisma), tiene un color gris, aunque dependiendo de la descripción del observador puede decirnos que lo ve de color pardo, grisáceo, e incluso verdoso.. Lo que si está claro es que su superficie es más brillante que la de los mares lunares. Se extiende a lo largo de unos 150 kilómetros de longitud en dirección oeste-este y adopta una forma rómbica. Dicha forma surge a partir de las dos líneas radiales que parten del cráter Proclus, situado al este de las Palus Somnii y que puede distinguirse por aparecer como un punto brillante de 29 kilómetros de diámetro. Estos "rayos", situados casi simetricamente, lo separan de la zona clara que rodea al Mare Crisium (Mar de las Crisis).

Si observamos la zona con un telescopio y pocos aumentos podremos distinguir que existen otros cráteres sobre ella, destacando en la parte oeste y casi frente por frente al cráter Proclus, el cráter Lyell de 18 kilómetros de diámetro quien, a su vez, también se encuentra rodeado de cráteres "satélites".

Personalmente es una de las zonas más bonitas de la Luna. Me encanta observarlas, ver su forma, sus contrastes entre dos mares tan preciosos, los cráteres adyacentes, su forma rómbica. Merece la pena buscarla y observarla. Como a la Luna, nuestra permanente compañera de viaje.


Imagen de la zona tomada por la sonda Clementine en 1994 (NASA)


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