martes, 24 de septiembre de 2019

Neptuno y el otoño de 1846



Recién estrenado el otoño de 1846, el astrónomo alemán Johann G. Galle trabajaba en el observatorio de Berlín. Los movimientos del planeta Urano no convencían a los astrónomos y presagiaban la existencia de otro planeta aún no conocido pero responsable de sus perturbaciones. Otros astrónomos, Urbain Le Verrier y John Couch Adams habían predicho su posición en el cielo en un alarde matemático sin precedentres un año antes. Ellos le dijeron a Galle donde podía situarse el planeta que buscaban y le animaron a buscarlo en la posición que indicaron con su telescopio. La madrugada del 23 al 24 de septiembre de 1846, el Sistema Solar que conocíamos, se amplió. Galle acababa de descubrir el planeta Neptuno. Aún recuerdo esta imagen que tomó la sonda Voyager 2 en el verano de 1989, casi un siglo y medio después, no se me olvidará nunca. ¡Qué grande es la Ciencia y que bonita la Astronomía!

miércoles, 18 de septiembre de 2019

La Galaxia de Andrómeda y el Otoño



Si algo anuncia el otoño para mi es la Galaxia de Andrómeda. La luz que llegó a mi cámara ha tardado más de dos millones de año en llegar: no existíamos ni como especie. Si te fijas, arriba hay una galaxia satélite de ella, también espiral, y abajo hay otra con forma elíptica. Todo el conjunto puede disfrutarse las noches de otoño con un pequeño telescopio desde cielos oscuros. Es nuestra vecina en el Cosmos y se acerca a 300 kilómetros por segundo a nosotros. Una preciosa parte de la historia de la Astronomía la tiene como protagonista y es que, no es para menos, ¿verdad?