domingo, 23 de diciembre de 2018

10 Objetos para observar con prismáticos en Navidad







La Navidad es una época donde, en el hemisferio Norte, los cielos son muy limpios. Hace frío sí, pero la belleza del cielo de invierno supera las inclemencias del tiempo. Si a eso le unimos que podemos observar a una hora más temprana que en verano y durante más tiempo, que quizá tengamos la posibilidad de disfrutar de vacaciones, nos encontramos con muchas posibilidades de disfrutar del firmamento. Entonces, ¿para qué vamos a desperdiciar la oportunidad? ¿Tienes unos prismáticos? Pues bien, sácalos, desempólvalos y pasa a tu jardín, sube a tu azotea o disfruta en medio del campo. Vamos a observar diez objetos durante esta Navidad que puedes ver desde cualquier lugar, ya sea de la ciudad, desde el campo o la montaña. 





Existe un punto en la Luna cuyo brillo se distingue del resto. Recibe el nombre de uno de los astrónomos más grandes de todos los tiempos: Aristarco. Un sabio griego que intuyó los verdaderos movimientos del Sistema Solar. 

El cráter es la zona más brillante de todo el disco lunar y puede observarse incluso a simple vista. Aparece como un diamante en la oscura tierra del Océano Procellarum, el Océano de las Tormentas.  Qué nombre tan tenebroso pero a la vez tan bello. El cráter Aristarco tiene unos 42 kilómetros de diámetro con paredes que casi llegan a los 4000 metros de altura y un pico central de 500 metros de altura. Su brillantez hace que sea conocido como  "el faro de la Luna"

El mejor momento para su observacíón es la undécima noche en la edad lunar, y destaca perfectamente cuando se observa con prismáticos, incluso puedes observarlo a simple vista. Busca la Luna y encuentra su faro. ¡Te encantará descubrirlo!


Puedes encontrar más información en este enlace del blog.









El cielo está lleno de curiosidades y de asterismos a los que nuestra imaginación les ha ido poniendo nombre a lo largo de toda la existencia humana. Hemos imaginado cazadores, osas, flechas, leones, balanzas...e incluso personajes del cine como el cariñoso extraterrestre de la película de la década de los 80 "E.T." Es el caso del cúmulo NGC 457 (objeto 457 del New General Catalogue), también llamada "cúmulo de la libélula" o "cúmulo del Búho" pero conocido más cariñosamente por los aficionados como "Cúmulo E.T."






LOCALIZACIÓN Y OBSERVACIÓN



El cúmulo localizado dentro de la constelación de Cassiopea




El cúmulo se sitúa en la constelación de Casiopea, a dos grados al sur-sureste de la estrella Delta (Ksora) que forma parte del asterismo quebrado de la constelación y que brilla con magnitud 2.7.
Su observación es muy asequible con cualquier prismático o con cualquier pequeño telescopio, incluso, como he señalado antes, desde las ciudades. Eso sí, si vamos a trabajar con prismáticos necesitaremos un trípode para que la observación resulte lo más cómoda posible. Con unos prismáticos 10x50 he podido ver desde Sevilla una docena de estrellas de este cúmulo. Viajemos por el cúmulo observando su forma.



NGC 457 - Fotografía del autor
Los "ojos" lo forman las estrellas Phi Cassiopeia (de magnitud 5.0) y la estrella HP 6229 (de magnitud 7.0) separadas algo más de dos minutos de arco pero, curiosamente, estas dos estrellas no pertenecen realmente al cúmulo y su situación en él no es más que un efecto de perspectiva.

Podemos ver los "brazos", el izquierdo (tal y como lo vemos en la foto) puede observarse como una pequeña hilera de estrellas de novena y décima magnitud con la "mano" levantada. De la misma forma, el derecho parece ligeramente más corto y formada por estrellas también un poco más débiles (en torno a la décima magnitud). Destaca aquí una preciosa estrella anaranjada desde donde arranca la hilera de este brazo. 

El "torso" de "E.T." es más difuso pero no por ello no discernible. Una decena de estrellas de la décima magnitud le dan la forma y en la que destaca un par cerrado de estrellas débiles en el centro más apropiado para instrumental mediano. Una zona oscura da paso directamente a los "pies", destacados sobre tres estrellas de la novena y la décima magnitud.

Puedes encontrar más información en este mismo enlace en el blog.







Si hay un objeto que me gusta del cielo, ese es el cúmulo abierto de Las Pléyades. Son un conocido grupo de estrellas situado en la constelación de Tauro, del Toro. Se sitúan a doce grados al norte de la estrella principal de la constelación, la roja Aldebarán. En estas fechas, si miras al cielo del Este las encontrarás como una pequeña nubecilla de la que cuesta discernir las estrellas pero perfectamente visibles en el campo y en las ciudades.


Localización de Las Pléyades. Hemos de situarnos mirando al Este





¿Qué son Las Pléyades? Se trata de un grupo de unas 500 estrellas muy jóvenes concentradas en 11 años luz de diámetro que viajan unidas por el espacio y están situadas a unos 425 años luz de la Tierra. Recordemos que la luz viaja a 300.000 kilómetros por segundo; un año luz es la inmensa distancia que recorrería la luz, a esa velocidad, durante un año. Las Pléyades conforman lo que se llama un Cúmulo Abierto y prácticamente podría ser el prototipo de todos ellos.


Las Pléyades en el Sidereus Nuncius de Galileo
Tomemos ahora los prismáticos o un pequeño telescopio. Su parecido con la Osa Menor o Mayor es notable. ¿Cuántas estrellas observamos ahora con nuestro instrumento? Galileo en su magistral obra Sidereus Nuncius contó y dibujó 36 estrellas con su rudimentario telescopio. Alineaciones, brillos dispares,... Normalmente desde la ciudad, con unos prismáticos 10x50 suelo contar unas 20 estrellas. Las Pléyades constituyen un objeto celeste para llevarse un buen rato observándolo. Disfrutándolo. Es un objeto realmente bello al que merece la pena dedicarle tiempo. Las Pléyades son una joya perteneciente al romanticismo que tiene la Astronomía.



Más información puedes encontrarla en este enlace del blog.









El "Doble Cúmulo de Perseo" puede localizarse fácilmente desde el hemisferio norte. Su tamaño es destacado, casi dos veces el tamaño de la Luna Llena. Si a eso le sumamos que se sitúa inmerso en una preciosa zona del cielo atravesada por la Vía Láctea, el Doble Cúmulo se convierte en uno de los objetos celestes más bellos para ser observado con unos prismáticos.

Con una magnitud conjunta de 4.3, está compuesto por dos cúmulos abiertos. Uno denominado NGC 869 (al que se le conoce con el nombre de "h") de magnitud 5.3 y el otro es NGC 884 (al que el astrónomo Bayer asignó como Xi Perseii) de magnitud 6.1. Son objetos fácilmente asequibles a instrumentos de poco diámetro. Se supone que ambos objetos están situados a una distancia media de unos 7500 años luz (7000 y 8000 años luz respectivamente).


Desde un lugar con cielo oscuro el Doble Cúmulo se ve a simple vista recorriendo una línea imaginaria entre Alfa de Perseo y Delta Casiopea. A medio camino entre ambas estrellas puede encontrarse con facilidad. Ya el astrónomo griego Hiparco de Nicea (c. 190 a.C. - c. 120 a.C.) lo incorporó en su catalogo de estrellas en el año 130 a.C. Su visión con prismáticos es excelente, fantástica, con ambos cúmulos dentro del campo de visión. Incluso empleando un telescopio con pocos aumentos pueden entrar ambos cúmulos en el campo y disfrutar de la altísima concentración estelar de ambos cúmulos.



Si, por el contrario, estamos observando desde lugares contaminados lumínicamente podemos recorrer la línea imaginaria indicada en el párrafo anterior con los prismáticos. Nos detendremos en un "asterismo" con forma de T en el que estarán situados los dos cúmulos: uno en el punto de intersección de las dos líneas de la letra y el otro en la punta este de la línea superior. La observación con unos simples prismáticos de 7x50 ó 10x50 nos revelará su estructura como si fuera una estrella "hinchada".

Sin duda el Doble Cúmulo nos ofrece espectáculo garantizado , si nos adentramos seriamente en su observación, cada vez nos seducirá más. Puedes probarlo en estas noches de invierno. Te sorprenderá.



Puedes encontrar más información en el blog en este enlace.


Algol es una estrella que varía su brillo y cuyos cambios pueden observarse perfectamente a simple vista y, por supuesto, con prismáticos. Es el prototipo de las estrellas que se conocen como binarias eclipsantes. Precísamente hoy día 28 de diciembre tendrá lugar un eclipse que puede observarse a simple vista, iniciándose al ponerse el Sol (en España) y alcanzando su máximo en la medianoche. También habrá otro en el último día del año momentos antes de la cena de Nochevieja.

Las causas de su variación son extrínsecas a ella. Se trata de un sistema de dos estrellas cercanas entre sí en el cual una estrella gira alrededor de la otra, de tal suerte que nuestra línea visual coincide con el plano de traslación de una estrella alrededor de la otra, lo que permite que sea observado desde la Tierra un eclipse cada vez que una pasa delante de la otra. Es la única forma de saber que el sistema está compuesto por dos estrellas pues su distancia es tan pequeña, observada desde la Tierra, que no podemos separarlas visualmente o con fotografías (aunque con espectroscopía si). 

Algol sufre un eclipse de luz cada 2 días y 21 horas aproximadamente. Transcurrido ese tiempo, su luz baja desde la magnitud 2,1 (magnitud con la que la solemos ver habitualmente en los cielos) hasta la 3,4 en algo menos de cinco horas, empleando otras tantas en recuperar su brillo normal. Desde núcleos urbanos poco contaminados estos cambios son perfectamente visibles convirtiéndose en una curiosa observación. Estamos acostumbrados a los eclipses de Luna y de Sol pero en el cielo también las estrellas se eclipsan entre sí.

Durante estas navidades tendremos dos oportunidades "cómodas" de ver un eclipse Algol. La primera será el dia 28 de diciembre, el eclipse comenzará hacia las 19h17 hora local peninsular española (18h15 Tiempo Universal), el máximo, es decir, cuando la estrella esté lo menos brillante posible se producirá a las 00h06 y acabará muy entrada la madrugada. No obstante, no será necesario, ni mucho menos, quedarse hasta la medianoche para observar la caída de brillo.

El segundo eclipse podremos observalo el último día del año, el 31 de diciembre. Comenzará a las 16h06 hora peninsular española luego aún de día, en cambio el máximo tendrá lugar a las nueve de la noche, momentos antes de iniciar la cena de Nochevieja. El eclipse acabará enla segunda hora del recién estrenado año 2019.

Todas las instrucciones de cómo observarlo, los métodos, la localización y muchos más datos de este interesante sistema, puede encontrarse en este enlace del blog.

Uno de esos fantásticos objetos que impregnan nuestro firmamento en general y los cielos de otoño e invierno en particular, es la Galaxia de Andrómeda. Desde núcleos urbanos poco contaminados puede verse a simple simpla vista, con prismáticos prácticamente desde cualquier lugar  y nos devuelve una maravillosa imagen cuando se observa con un pequeño telescopio desde el campo. La luz que recibimos de ella partió hace dos millones y medio de años, cuando sobre nuestro planeta no había seres humanos y el salvaje Smilodon hacía estragos con sus dientes de sable. Una preciosa galaxia, paisana en nuestra ciudad del Universo y con la que nos encontraremos dentro de muchos millones de años. No debemos dejar pasar la oportunidad de observar nuestra galaxia vecina, incluso desde la ciudad, ¡quien sabe si una noche cualquiera nos depara la sorpresa de encontrar una supernova en ella!

LOCALIZACIÓN

Aunque puede localizarse desde cielos poco contaminados sin ayuda óptica, intentaremos llegar a ella primero haciendo un reconocimiento general de la zona y luego usaremos unos binoculares de cualquier tamaño para verla con más detalle..

Localización de la Nebulosa de Andrómeda (M31). (Carta extraída de http://freestarcharts.com/)

Localicemos primero el gran cuadrado de la constelación de Pegaso, claramente visible las noches otoñales e invernales, situándonos en la estrella que ocupa el vértice noroeste del cuadrado. Esta estrella, denominada Alpheratz ("el ombligo del caballo") es la estrella Alfa de la constelación de Andrómeda que brilla con magnitud 2.1 y forma parte del cuadrado de Pegaso.  Si continuamos ahora hacia el este veremos como  nos encontramos a tres estrellas más formando una hilera, la Delta de Andromeda (de magnitud 3.3 y más débil de la hilera), Beta (Mirach) y Gamma Andromedae (Almach) ambas de segunda magnitud. Bien, ya hemos reconocido la hilera. Ahora es el momento de coger los prismáticos y de situarnos en su punto central, en la estrella Beta Andromedae. Centrados en ella subiremos unos ocho grados al noroeste encontrándonos primero una estrella y luego otra (ambas de la cuarta megnitud) y finalmente ¡ahí está! Una nubecilla compuesta por millones de soles a lo largo de sus 110.000 años luz de diámetro.

La Galaxia de Andrómeda brilla con una magnitud de 4,4 y tiene un tamaño aparente de 3 x 1 grado. Es decir, es seis veces mayor que la Luna Llena en un eje,  y dos veces en el otro. Lamentablemente ese tamaño solo se aprecia en las fotografías de alta resolución y, desde nuestros lugares de observación, se observa con un tamaño menor aunque nada desdeñable.

Ahora podremos dedicarle el tiempo que queramos. Si observamos con unos prismáticos apoyados en un trípode podremos distinguir una mancha elíptica con un centro brillante que se hace cada vez más difuso hasta llegar a los límites de la elipse. Obviamente no distinguimos estrellas en su interior. Y si afinamos bien la vista desde un cielo bien oscuro o empleamos un telescopio mediano podremos ver que la Galaxia de Andrómeda está acompañada por dos galaxias satélites bien visibles a ambos lados de la galaxia. 

Lo que si está claro es que, mires desde donde mires, la observación de la Galaxia de Andrómeda no nos defraudará.

Más información en este enlace del blog.





Si bien esta entrada está destinada para objetos que puedan ser observados con prismáticos, he decidido incluir a la estrella Sirio que puede observarse desde cualquier lugar ya sea con o sin instrumental. Sirio es preciosa, si la observas un rato con prismáticos te deleitará ante el silencio de la noche. Y si la observas desde la ciudad, vengas desde donde vengas, te parecerá apasionante solo por el hecho de mirarla. No en vano, es la estrella más brillante de cuantas podamos observar en el cielo y es la estrella principal de la constelación invernal del Can Mayor. Una brillante luminaria de las noches navideñas en el cielo sureste.

Resulta visible en el horizonte Sur desde las latitudes medias alcanzando no demasiada altura sobre el horizonte. Desde España, Sirio suele ser visible durante buena parte del invierno y la primavera, siendo el período comprendido entre finales del mes de enero y mediados del mes de marzo el intervalo de tiempo más destacado para su observación.






Sirio se encuentra a 8.6 años luz de distancia de nuestro Sol y a lo largo de la historia, la estrella Sirio ha desarrollado un papel importante en el conocimiento básico de los seres humanos. Siempre he pensado que tras la Polar, la estrella que más ha aportado al desarrollo de los antiguos habitantes del planeta ha sido Sirio.

Los antiguos habitantes del Valle del Nilo encontraron una relación entre las oportunas crecidas del río Nilo y la primera aparición en el horizonte de la estrella Sirio poco antes del amanecer (lo que se conoce como orto helíaco). De hecho, en la elaboración de su calendario, los egipcios intercalaron un mes más llamado Thoth cuando la estrella Sirio -a la que ellos llamaban Sotis- tenía su orto helíaco en el doceavo mes de su calendario común. Los griegos también hicieron uso de la observaciones de las apariciones de Sirio para la elaboración de calendarios, muy probablemente, eso sí, inspirados por esas primeras observaciones comentadas.

También Sirio fue la protagonista de la primera determinación de la distancia de una estrella, aunque tosca, pero primera al fin y al cabo. Como primera y más brillante estrella hay en los cielos para que podamos disfrutar de ella.

Más información sobre Sirio aquí y sobre su compañera aquí.





















En esta ocasión volvemos a los prismáticos para localizar al primer planeta descubierto con telescopio por William Herschel en 1781. Desde cielos realmente limpios Urano puede verse a simple vista aunque situado en la frontera límite de la observación visual. Durante estos días podrá observarse en la constelación de Piscis cerca de la estrella omicrón. Su aspecto con prismáticos es un pequeñísimo disco verdoso, delicadamente cián diría yo. Lamentablemente, salvo el aspecto cromático, Urano no muestra ningún detalle cuando se observa con instrumental modesto. Lo que si puede resultar llamativo es su posición cambiante en el cielo en virtud de su movimiento aparente a lo largo de las semanas. Desde su descubrimiento estamos observando ¡su tercera revolución alrededor del Sol!, traslación que realiza cada 84 años.

Ubicación general de Urano en la constelación de Piscis


Localización más detallada de Urano

Más información sobre Urano, su observación y su descubrimiento puede encontrarse aquí.



Si la constelación de Orión es reconocida como la catedral del cielo, la Nebulosa de Orión es, indiscutiblemente, su joya más preciada. Incluso desde la ciudad la nebulosa puede observarse sin problemas en noches limpias y desde fuera de las ciudades a simple vista. Su observación con medios modestos es totalmente asequible. Sea cual sea el instrumento que usemos vamos a disfrutar muchísimo con la observación de este precioso criadero de estrellas.


LA OBSERVACIÓN

La Nebulosa de Orión fotografiada desde el centro de Sevilla
La Nebulosa de Orión podemos observarla con cualquier instrumento. Rodea a la estrella Theta Orionis con una intrigante apariencia neblinosa y aparece entre medio de la doble 42-45 Orionis (al Norte de la imagen) y de Iota Orionis (al Sur de la imagen). Su visión es fantástica con unos prismáticos, aún desde la ciudad, al entrar en el campo de visión toda la "espada" de Orión. Nada más usemos un pequeño telescopio podremos ver muchos detalles de la nebulosa con multiples tonalidades grisáceas y diversos claroscuros. 

Cuando la observamos comprobamos como desde su parte central, aparece una cuña oscura que parece entrar en la nebulosa y a la que se le denomina Sinus Magnus. Además la nebulosa parece disponer de "alas" a ambos lados de esa cuña, una dirigida hacia el noroeste y otra al sudeste y que reciben el nombre de Proboscis Maior y Proboscis Minor.

Con un refractor de 70mm desde Sevilla
En cuanto a las estrellas inmersas en ella llaman la atención un grupo de tres estrellas colocadas en línea y decrecientes en magnitud, se trata de Theta 2 Orionis. A su lado se encuentra Theta 1 Orionis que en realidad son cuatro estrellas y que se le conoce con el nombre de El Trapecio de Orión. Hacia el sur de la nebulosa, tras pasar por una zona más oscura, aparece otra hilera de tres estrellas de octava magnitud. Intentemos ahora sacar del campo de nuestros prismáticos o pequeño telescopio la zona central de la nebulosa. Con un poco de práctica y de paciencia y con ayuda de un cielo limpio podremos observarn los penachos que aparecen en los bordes de las alas. La visión con un telescopio mediano de estas zonas de la Nebulosa de Orión es realmente fantástica.

Más información sobre ella en este blog aquí.





Hoy solo os deseo que disfrutéis. Es un magnífico día para mi, el mejor del año y he querido cerrarlo con el Cinturón de Orión. Lo componen tres estrellas visibles desde cualquier lugar. En países centroamericanos, caribeños y algún que otro sudamericano son conocidas como los "Tres Reyes Magos" pues aparecen en los anocheceres de estos países justo en estos días próximos a la Epifanía. En España son visibles desde el atardecer en el horizonte sureste, son tres tres estrellas, Alnilam, Mintaka y Alnitak nombres árabes todos ellos que hacen referencia al cinturón del cazador que en sí simula la constelación de Orión. El Cinturón de Orión ofrece un extenso post por sí solo y tendrá cabida en el blog, pero si hoy localizáis estas tres estrellas en el cielo, recordad que nuestros hermanos americanos le llaman los Tres Reyes Magos aquellos que traen ilusión, felicidad y esperanza, algo tan imprescindible para mirar y disfrutar del cielo.





sábado, 15 de diciembre de 2018

La visita navideña del cometa Wirtanen

Imagen, sin pretensiones, realizada desde el centro de Sevilla por el autor

Durante estos días el cielo nos está ofreciendo la visita esperada del cometa 46P/Wirtanen. Fue descubierto en enero de 1948 por un astrónomo estadounidense que trabajaba en el Observatorio Lick en California. Se trata de un cometa periódico -de ahí la letra P precediendo al nombre de su descubridor- que pasa cerca de la Tierra cada 5.4 años. El cometa tiene un encanto especial porque realmente era el que iba a ser visitado por la sonda Rosseta para ser estudiado entre los años 2011 y 2012 pero el retraso en el lanzamiento de la sonda obligó a seleccionar otro cometa (el 67P/Churyumov-Gerasimenko).

El máximo brillo lo alcanzará el próximo día 17 de diciembre, si bien en días anteriores tendrá un paso cercano a las Pléyades que provocará un espectacular cuadro en el cielo. Actualmente se presente con un núcleo observable y una coma (la envoltura del núcleo) del tamaño de la Luna llena pero sin apreciarse cola evidente. 

La carta de localización en el cielo del cometa Wirtanen hasta final de mes puede encontrarse aquí no obstante, se reproduce aquí también. En el máximo el cometa alcanzará la cuarta magnitud siendo visible a simple vista desde el campo o lugares muy poco iluminados. Desde la ciudad puede observarse con unos prismáticos o un pequeño telescopio si bien dado que el cometa es extenso y a la vez difuminado, la localización no resulta tan fácil. Ya a final de mes, el cometa se mostrará como de magnitud quinta e incluso acercándose a la sexta si bien en los últimos diez días del mes la Luna no molestará tanto.




Durante los días 15, 16 y 17 de diciembre el cometa se encontrará muy cerca del cúmulo de Las Pléyades en la constelación de Tauro. El día 16 se situará a tan solo cuatro grados al sur del cúmulo y el día del máximo a poco más de seis grados. Las Pléyades serán una buena referencia para localizarlo. Es preciso recordar que estos días la luz de la Luna "molestará" para su observación pero, desde lugares oscuros, no debe haber ningún problema en observarlo.

Otros momentos donde el cometa será fácil localizarlo -aunque ya más debilitado- será la noche del día 21 y el 22 cuando esté muy cerca del triángulo formado por Epsilon. Eta y Dseta Aurigae y, el día 23, se situará a un grado al sur de Capella la más brillante de la constelación de Auriga.

En este mismo blog se publicó en su día un método para la observación de cometas que es conveniente consultar. Si podemos, observemos el cometa Wirtanen en estas noches navideñas. Es una delicia hacerlo.

Siempre la Luna



Era diciembre y yo podría tener 16 años. No creo que tuviese más. Tenía un pequeño telescopio, casi de juguete, con el que observaba todo lo que podía desde una azotea con olor a musgo, humedad y frío. Era temprano pero el Sol ya se había puesto y la Luna se veía sobre un fondo de finas nubes y azul oscuro, azul Navidad, que bonito color. Hoy estaba sentado, me he asomado a la ventana y ahí estaba, al Sur, ni alta ni baja sobre el horizonte. Estaba y me recordó buenos momentos y a buenas personas de aquellos diciembres distintos en el cielo y en la tierra. Siempre la Luna.