Recién estrenado el otoño de 1846, el astrónomo alemán Johann G. Galle trabajaba en el observatorio de Berlín. Los movimientos del planeta Urano no convencían a los astrónomos y presagiaban la existencia de otro planeta aún no conocido pero responsable de sus perturbaciones. Otros astrónomos, Urbain Le Verrier y John Couch Adams habían predicho su posición en el cielo en un alarde matemático sin precedentres un año antes. Ellos le dijeron a Galle donde podía situarse el planeta que buscaban y le animaron a buscarlo en la posición que indicaron con su telescopio. La madrugada del 23 al 24 de septiembre de 1846, el Sistema Solar que conocíamos, se amplió. Galle acababa de descubrir el planeta Neptuno. Aún recuerdo esta imagen que tomó la sonda Voyager 2 en el verano de 1989, casi un siglo y medio después, no se me olvidará nunca. ¡Qué grande es la Ciencia y que bonita la Astronomía!
martes, 24 de septiembre de 2019
miércoles, 18 de septiembre de 2019
La Galaxia de Andrómeda y el Otoño
Si algo anuncia el otoño para mi es la Galaxia de Andrómeda. La luz que llegó a mi cámara ha tardado más de dos millones de año en llegar: no existíamos ni como especie. Si te fijas, arriba hay una galaxia satélite de ella, también espiral, y abajo hay otra con forma elíptica. Todo el conjunto puede disfrutarse las noches de otoño con un pequeño telescopio desde cielos oscuros. Es nuestra vecina en el Cosmos y se acerca a 300 kilómetros por segundo a nosotros. Una preciosa parte de la historia de la Astronomía la tiene como protagonista y es que, no es para menos, ¿verdad?
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sábado, 20 de julio de 2019
Tres semanas por nacer
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El astronauta Buzz Aldrin en la Luna |
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He querido buscar como sería el cielo nocturno que, horas antes de que el hombre llegara a la Luna, pudo ver mi familia y sus vecinos en aquella tórrida y reunida noche de julio. La Luna se encontraba creciendo, iluminada algo más de un 30 por ciento de su disco. A poca distancia, hacia el oeste, Júpiter brillaba destacado y justo un poco al sur del planeta gigante, se situaba muy cerca, el planeta Urano, un planeta que visitaríamos con las sondas Voyager 2 a finales de enero de 1986 y que, esta vez sí, pude ver en directo. Para identificar Urano se necesitarían unos prismáticos que no siempre se tenían en aquellas casas. Este sería el cielo que hubiesen visto mis padres:
No sabría calcular cuantas veces he visto las imágenes en vídeo del alunizaje, y tampoco se cuantas veces las veré más pero lo que si está claro es que para mi constituyó una grandísima hazaña y el comienzo de una fascinación permanente por la Luna. Recuerdo que llegó a mis manos un libro de una colección de divulgación científica de la Biblioteca PEPSI, si de la Pepsi-Cola, sin ir más lejos. El libro era "novedoso" en tanto en cuanto se había publicado un año y medio después del alunizaje, en 1971. Lo vi sentado en uno de los balcones de mi casa cuando tendría 8 o 9 años, no recuerdo. Pero varios años después lo recuperé y lo leí por primera vez. Me resultó fascinante. Fueron tiempos donde le preguntaba a mi padre, una y otra vez, qué se decía en la calle, en la televisión, qué comentaban en la calle o en los bares, como había vivido todo aquello él mismo. Y lo había vivido con interés e ilusión. Sin lugar a dudas. La misma ilusión con la que yo me sentaba en una escalera metálica en la azotea de casa para observar a la Luna con un telescopio de cartón y la misma con la que estoy disfrutando estos días a los cincuenta años de esa gran proeza.
Con un trasfondo político sin precedentes, la llegada del hombre a la Luna repercutió de manera destacada en como vivimos hoy día, como nos comunicamos o como hemos ganado en comodidad por citar algunos ejemplos. Y es que, para conseguir ese objetivo, hubo de aplicarse mucho en Ciencia y en Técnica. Precísamente hoy, en un mundo donde parece ser "interesante" ir en contra de la verdad científica (la única coherente), abanderarse de criterios conspiranoicos y absurdas creencias en pleno siglo XXI, la educación y la enseñanza son los baluartes más claros que tenemos para seguir progresando y llegar tan lejos como lo estamos haciendo con la exploración del Espacio. Debemos enseñarle la Luna a nuestros hijos y contarle cosas sobre ella, puede que algún día les interese y puede ser que queden fascinados por la Ciencia e incluso puedan volver a ver una nueva llegada del hombre a la Luna. ¿Quién sabe? Eso sí, a aquellos que lo vean les envidiaré sanamente, lo comprenderán, total, a mi aún me quedaban tres semanas por nacer.
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Páginas interiores del libro "La Conquista del Universo" |
viernes, 19 de julio de 2019
Eclipse Parcial de Luna, 16 de julio de 2019
Todos los eclipses, sean de Sol o de Luna, nunca dejan indiferentes. Nunca defraudan. Ya sean parciales o totales, aunque si son totales, resultan mucho más maravilloso. En pasado 16 de julio, justo cincuenta años después de que el Apollo 11 partiera hacia la Luna impulsado por el inmenso cohete Saturno V, el cielo nos brindó la oportunidad de disfrutar de un eclipse parcial de Luna. La próxima oportunidad que tendremos de observar a nuestra Luna eclipsada totalmente será en la madrugada del 16 de mayo de 2021, hasta entonces, nos queda mucho por disfrutar de nuestra compañera de viaje en el Cosmos.

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