viernes, 3 de agosto de 2018

Un verano lleno de planetas



Seguro que tras el eclipse de Luna del pasado viernes 27 de julio tuvimos oportunidad de recorrer el cielo mientras nos admirábamos con el espectáculo que nos ofrecía la Luna. Observaríamos objetos brillantes que no titilaban como lo hacen las estrellas. Los aficionados a la Astronomía saben identificar a los planetas pero quienes no lo son, pueden aprender a identificar a nuestros vecinos del Sistema Solar en estas noches de verano. No necesitas más que tus ojos para saber cual es cada uno. En tus paseos nocturnos, en tu lugar de vacaciones o en tu ciudad, los planetas formarán un bonito arco en el cielo que te servirá para aprender a identificarlos.


VENUS

En primer lugar vamos a comenzar por situarnos en el lugar donde se pone el Sol, el oeste. En esa zona, al anochecer, destacará sobremanera el objeto más brillante que podrás ver en el cielo tras el Sol y la Luna: el planeta Venus. Los astrónomos miden el brillo de los objetos celestes en una escala cuya unidad de medida se llama magnitud. De acuerdo con esta escala, cuanto menor sea el número de la magnitud más brillante será el astro. Así, las estrellas más débiles que puedes ver a simple vista en una zona alejada de las luces de las grandes ciudades son de magnitud 6; las más brillantes que ves en las ciudades son de magnitud 2, 1, 0 y hasta números negativos. La estrella Polar, por ejemplo, tiene magnitud 2 y Venus -4.3. ¡La Luna llena -12 y el Sol -27! 

Fíjate en Venus. ¡Es espléndido! Su color blanco destaca sobre el fondo del cielo con su gran brillo, es un objeto precioso. Si viajamos hacia el este (hacia la izquierda) comprobaremos que hay una estrella brillante de primera magnitud. Se llama Spica y es la estrella más brillante de la constelación de Virgo. A final del mes de agosto, Venus y Spica estarán muy cerca, como tres veces el diámetro de la Luna Llena.


JÚPITER


Si continuamos nuestro camino hacia el este nos encontraremos con el brillante Júpiter (magnitud -2). Su color blanco también destaca en el cielo y lo encontraremos muy cerca de una estrella de tercera magnitud Alpha 2 Librae (también llamada Zubenelgenubi, la segunda más brillante de la constelación de la Libra). Si disponemos de unos prismáticos por pequeños que sean, los podemos enfocar hacia Júpiter. Veremos sus satélites más brillantes en línea con el planeta. Es muy interesante observar como cambian su posición cada noche. Pero si dirigimos nuestros prismáticos hacia la estrella que está a su lado, podremos ver que ¡es doble! A la estrella principal le acompaña otra estrella de quinta magnitud. Es una visión preciosa. Hacia mediados de mes, Júpiter y Alpha 2 Librae se encontrarán muy cerca en el cielo, apenas tres minutos de arco, la décima parte del tamaño de la Luna Llena.



SATURNO




Prosigamos ahora en nuestro viaje, siempre al este, ahora en busca del planeta de los anillos: Saturno. Es fácil de localizar casi en línea con Júpiter y teniendo en cuenta que entre ambos planetas, se sitúa una estrella anaranjada de primera magnitud. Esta estrella es Antares y pertenece a la preciosa constelación del Escorpión. Si se dispone de un lugar oscuro con buen horizonte, Antares sería la cabeza del Escorpíón, si seguimos una línea imaginaria hacia abajo veríamos la cola del escorpión con su aguijón y arriba de Antares las pinzas del arácnido. Quizá algún día Antares se convierta en supernova... Pero sigamos con Saturno. Brilla con magnitud 0.2 y con un pequeño telescopio o unos prismáticos con aumentos, podremos ver la forma oblonga del planeta debido a sus anillos, incluso si mantenemos el telescopio o los prismáticos estabilizados con un trípode, podremos ver a su mayor satélite, Titán, un mundo abierto a todos los estudios posibles y que darán mucho que hablar los próximos años. !Ya hemos visto tres planetas en un rato! Vayamos a por el último.



MARTE




Bajando hacia el sureste y poco elevado en el horizonte tras anochecer, ahí está Marte. Inmenso, rojo, mi planeta preferido, brillando con magnitud -2.7. El pasado 31 de julio Marte alcanzó la menor distancia a nuestro planeta y durante estas semanas así estará, a nada menos que a 57 millones de kilómetros. Aunque cada acercamiento a la Tierra se produce cada 2 años y 50 días, debido a que las órbitas elípticas de los planetas están sean más o menos cerradas, las distancias no son siempre las mismas. Así, en 2003 la distancia fue mínima, 55 millones de kilómetros, y en el 2035 se situará a los 56 millones de kilómetros. Para observar un detalle de la superficie marciana es necesario un telescopio. Incluso con un telescopio pequeño puede observarse, en una noche limpia, el casquete polar y poco más. Pero la visión con un telescopio mediano es espléndida. Pero si no dispones de él, no importa, piensa que acabamos de descubrir agua bajo su superficie. Marte es un planeta inspirador de amores, guerras, viajes interplanetarios y grandes novelas de Ciencia Ficción. Fíjate bien en su color rojo, genera pasión y ganas de observar el Universo. Gracias a las precisas observaciones de Tycho Brahe y al tesón matemático de Johannes Kepler, sabemos que los planetas giran alrededor del Sol en órbitas elípiticas siendo, este, uno de los grandes descubrimientos de la Astronomía y que dio un gran argumento al desarrollo de la dinámica física.



Disfruta estas noches de verano desde tu planeta de la visión de tus vecinos del Sistema Solar. Aprende a identificarlos. Sigue sus movimientos, la precisión en ellos y la preciosidad del cielo estrellado. Tenemos muchísima suerte de vivir donde vivimos y poder observarlos. Cuidemos nuestro planeta, nos dará mejores espectáculos.

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